El vaso medio lleno

“Pero teni que verle el lado bueno a las cosas ” me dijo alguien en aquel momento. Les aseguro que si vuelvo a escuchar “todo pasa por algo” una vez más, mi cabeza va a explotar junto al desatinado ese. Creo que no todo pasa por algo, hay cosas que simplemente pasan, que no tienen ningún sentido. Cosas que nunca termino de entender. Hay finales abruptos y a veces inexplicables que pueden arruinar en un instante los mejores recuerdos que puedas tener de alguien. De todas formas, tratando de seguir ese repetido pero bien intencionado consejo, esto es lo único que se me ocurre:
- He descubierto el placer de dormir sola en una cama tan grande, puedo dormir en cualquier posición, estirarme como se me de la gana sin molestar a nadie.
- Ya no hay codazos ni ronquidos que me despierten cuando me ha costado tanto conciliar el sueño.
- La tapa del WC está siempre abajo.
- Ya no hay pelos en el lavamanos.
- Puedo dormirme a la hora que se me antoje, sin que nadie me despierte a horas tan inapropiadas.
- Puedo despertar a la hora que quiera y en forma escandalosa, poner música, prender la tele, lo que sea, sin tener que guardar un silencio absoluto hasta las 2 de la tarde.
- Ya no hay calcetines tirados por todo el depto.
- Estoy aprendiendo a ignorar a mis hormonas o a mantenerlas a raya hasta que sea necesario (no ha sido fácil)
- Ya no tengo que sentirme no correspondida
- Finalmente, y lo más importante de todo, creo que hay cierta dignidad en estar sola esta vez. Esa dignidad me ayudará a sobrellevar de la mejor forma posible lo que sé que es inevitable: un laaaaaargo periodo de soltería.....